Vivimos en una era marcada por los avances tecnológicos, donde la inteligencia artificial (IA) está transformando rápidamente la manera en que nos relacionamos, compramos, trabajamos y resolvemos nuestros problemas. En este contexto, es fundamental reflexionar sobre cómo estas tecnologías pueden integrarse de forma responsable en ámbitos tan importantes como la protección de los derechos de las personas consumidoras.
El arbitraje de consumo, como sistema alternativo para resolver conflictos entre consumidores y empresas de forma rápida, gratuita y sin necesidad de acudir a los tribunales, representa una herramienta clave para defender estos derechos. Pero, ¿qué papel puede jugar la inteligencia artificial en este proceso? ¿Cómo puede ayudar a mejorar la atención, agilizar trámites o hacer más accesible el sistema? Y, sobre todo, ¿cómo asegurarnos de que su uso no perjudique a quienes más protección necesitan?
Esta jornada ha supuesto un espacio de reflexión y debate, por un lado, sobre la protección de las personas consumidoras ante la Inteligencia Artificial aplicada en los actos de consumo y por otro lado, la aplicación de la IA en el procedimiento arbitral.
Se han llegado a diferentes reflexiones y conclusiones, entre las que desatacamos:
Todos/as los consumidores/as y usuarios/as somos vulnerables frente la IA;
La IA como herramienta al servicio de las personas;
El ser humano tiene que ser el centro;
Los pilares de la IA debe ser la ética y transparencia;
El derecho de información de la persona consumidora debe ser la base en la defensa y protección de las personas consumidoras;
Se debe impulsar la educación en el uso y aplicación de la IA, para crear una juventud crítica y responsable en la utilización de esta herramienta.
Se debe combatir la manipulación social a través de la IA